Recuerdos de Talavera: BOMBEROS I

Dedicamos esta entrada al Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) de Talavera de la Reina. Para ello hemos visitado el Parque de Bomberos, donde fuimos recibidos por el Jefe de Bomberos, David Bernabé Machuca y por el bombero Alfonso Chaparro Villar, quien está realizando un trabajo de investigación sobre la historia de los bomberos en Talavera.
Debido a la gran cantidad de datos de los que disponemos realizaremos dos entradas sobre este tema.

En siglos anteriores, cuando no existían los bomberos como tal, los incendios y otros estragos eran atendidos por los vecinos de la Villa, quienes acudían a socorrer con los medios que tenían a su alcance. Así lo refleja Leandro Higueruela del Pino en su obra Talavera durante la Década moderada (1844-1854):

"Tan frecuentes eran, que todo el dispositivo que se organizaba para apagarlos, se había convertido en ley por la costumbre. El sonido de campanas, con el toque a rebato o a fuego, era reconocido rápidamente por todos, y la respuesta era la unánime reunión en la plaza pública, con toda clase de medios rudimentarios, para la colaboración espontánea. He aquí la forma de narrar el alcalde un incendio producido en julio de 1845, a pocos kilómetros de Talavera:

"Como a la una de la tarde de ayer, día 15, se me presentó un criado de la labor de Francisco Lechosa, diciéndome que por un descuido involuntario de uno de los segadores, la hoja situada a tres cuartos de legua de esta villa, en el punto denominado el Paredón de Bárrago, había principado a arder. Inmediatamente dispuse que la campana del reloj de la villa anunciase este desgraciado suceso a los habitantes por medio del toque de costumbre, el cual fue secundado por las demás de sus parroquias. Monté a caballo en unión de la Guardia Civil y me constituí en el terreno incendiado con el fin de adoptar las medidas conducentes a su total extinción, quedando en esta población los dos tenientes de alcaldes con la Guardia Civil de Infantería para sostener inalterable el orden público y hacer marchar la más gente posible al punto inmediato; todo se verificó como queda dicho. Luego llegó a pie el Comisario de protección y seguridad pública, D. José Requejo, con todos sus agentes. Ambos de común acuerdo determinamos lo conveniente para apagar el incendio que duró dos horas, sin haber sido posible evitar que se quemasen de 300 a 400 fanegas de trigo y cebada, pese al esfuerzo, inmenso trabajo y rapidez con que actuó la gran concurrencia de gente"."

En los libros de acuerdos del Ayuntamiento de Talavera de la Reina se puede ver como se va gestando la formación del cuerpo de bomberos.

El 25 de abril de 1864 se da cuenta de la compra de una bomba contra incendios y el nombramiento de una comisión para realizar el reglamento de Bomberos y un Parque.

Posiblemente esta imagen sea la presentación a la ciudad de Talavera de la Reina de la primera bomba contra incendios.

Se puede ver la bomba bajo el antiguo Arco de San Pedro y a dos bomberos sujetando la manguera en las ventanas de la vivienda de la izquierda, ante la atenta mirada de un grupo de talaveranos.
(Aprox. 1865)

El 11 de agosto de 1865 se acuerda la asistencia médica domiciliaria a los bomberos con cargo a la beneficiencia local.

En 1866 el Regidor Don Pedro Portalés presentó el reglamento para la constitución de seguros mutuos contra incendios.

El 11 de enero de 1867 se presentó y aprobó el primer Reglamento de Bomberos de Talavera de la Reina, siendo uno de los primeros servicios de bomberos de España con una antigüedad de más de 150 años.

Disponemos del Reglamento de la Compañía de Bomberos de Talavera de la Reina aprobado el 30 de abril de 1896. Resaltamos a continuación un resumen de los puntos más importantes:

La Compañía de Bomberos dependía del Ayuntamiento (Art. I)
Constaba de 30 obreros, un jefe y un subjefe ( Art. III )
Para ser bombero se requería: ser albañil, carpintero o herrero; ser ágil, robusto y tener buena conducta; pasar de veinte años de edad y no exceder de cincuenta y cinco ( Art. IV)
La Compañía se dividía en cuatro secciones: de bomba; de manga y boquilla; de manga de salvación; y de operarios ( Art. V- VII)
A cada bombero se le entregaba un uniforme contraseñado, estando a su cargo la limpieza y conservación del mismo ( Art. XIII )
La no asistencia a las prácticas y demás actos de la Compañía se multaba con una peseta la primera vez, dos por la segunda y a la tercera era expulsado ( Art. XVI )
A los bomberos que más se distinguían por sus buenos servicios o eran los primeros en acudir a un siniestro se les gratificaban con el fondo de las multas ( Art. XVII)
Se nombraba un Guarda-almacén encargado de la custodia y conservación del material del Parque y sólo en caso de incendio se entregaba a los bomberos ( Art. XVIII-XIX )
A los bomberos y a su familia el Ayuntamiento facilitaba asistencia gratuita de médico cirujano y medicinas ( Art. XXVI )
En caso de que resultase herido algún bombero o quedase inútil para el trabajo, el Ayuntamiento socorría o atendía con la cantidad y el tiempo que estimase necesario ( Art. XXVIII)

Destacamos como curiosidad el primer artículo transitorio de este reglamento donde se consignan las señales acordadas para anunciar un siniestro:
"Primero.- Para debido conocimiento del Cuerpo de Bomberos se consignan las señales acordadas para apercibirse y tener conocimiento instantáneamente de los puntos de la población en que concurra un siniestro.
1º - Cuando el fuego sea dentro del casco de la población, la campana del Reloj público lo anunciará con un repique de alarma por un pequeño espacio de tiempo; y después dará TRES campanadas si el incendio ocurriese dentro del grupo de población que comprende la parroquia de Santa María La Mayor; CUATRO cuando se halle en la parte de la población de la Parroquia del Salvador; CINCO, si el fuego se presenta en la parte de población que abraza la Parroquia de Santa Leocadia; y SEIS, cuando el incendio se halle en la parte de población que comprende la Parroquia de Santiago. Hecha esta señal, continuará tocando la campana del reloj por otro espacio de tiempo; y repetirá la señal determinada sino hubieran secundado el toque de alarma las campanas de la Parroquia en cuya demarcación acontezca el siniestro; repitiendo las señales hasta conseguirlo y continuando después tocando sin interrupción.
2º - Las campanas de la Parroquia en cuya demarcación se pronuncie el fuego, tocarán incesantemente á rebato, luego que se aperciban de la señal convenida y por todo el tiempo que lo haga la del Reloj.
3º - Cuando el fuego se pronunciase extramuros de la población y dentro de este término municipal, se anunciará solamente con el toque á rebato de la campana del Reloj, que continuará sin interrupción hasta la extinción de aquel."

Para mayor información adjuntamos el Reglamento completo:

A continuación mostramos algunas noticias que se publicaron en la prensa local talaverana, a principios del siglo XX, sobre las intervenciones de los bomberos en distintos siniestros. (Datos recogidos de la Biblioteca Virtual Prensa Histórica https://prensahistorica.mcu.es)