martes, 4 de diciembre de 2018

CERAMISTAS Y ALFAREROS II


                                                       CASA HENCHE




Dedicamos esta entrada a otra importante cerámica de nuestra ciudad,  la  Casa Henche. Su creador fue Francisco Andrés Henche, médico de profesión.

 Nació en Toledo el 2 de abril de 1885. Se licenció como médico cirujano en Madrid el 26 de junio de 1907. Su primer destino fue Pueblanueva. Su fama se extendió entre los médicos de la comarca. Asi conoce a la joven María Irigoyen Resino, hija del médico de Velada, con quien se casa el 7 de abril de 1913 y de cuyo matrimonio nacieron 9 hijos: Agustín, Victorina, Antonio, Pepe, Pilar, Maria-Teresa, Septimio, Sagrario y Conchita.

En 1912 abre su primera consulta en Talavera, en la calle Los Úbedas, nº 3, donde era conocido popularmente como el médico de Pueblanueva. Sus servicios médicos eran tan demandados que en 1915 se traslada con su familia a esta ciudad, viviendo en el palacete de la calle Sol nº 5. En 1916 amplía su consultorio y lo traslada a la calle de Cerería nº 12.

Aunque su vocación y dedicación principal era la medicina, no deja aparte su pasión por el arte y la afición que siempre tuvo por la pintura y comienza a realizar cuadros al óleo y al carboncillo.

En 1920 crea su propia fábrica de cerámica y, aunque no es un ceramista con dedicación exclusiva y no dispone de horno para realizar piezas de barro, se dedica a plasmar el estilo Talavera en seda, hilo y tapices. Quiere recordar con esto las obras creadas por la Fábrica de Sedas, Oro y Plata que tanto renombre tuvo en los siglos XVIII  y XIX.








Al no poseer, en principio, horno propio, comienza a ejecutar una técnica en paneles de uralita que se asemeja al verdadero azulejo y así van mejorando día a día sus trabajos.

Las obras de este genial artista van avanzando y comienza a llevar sus piezas al horno de un alfar. Ya aparecen sus primeras piezas en azulejos y maceteros con la Firma Henche en 1924.

En 1925 decide asociarse con otro ceramista de renombre: Julián Montemayor. La sociedad se denominará Henche-Montemayor. Aparte de sus trabajos conjuntos, cada socio mantiene su producción individual.

El catálogo Henche-Montemayor cuenta con: azulejos de repetición, renacimiento gótico y barroco; vajillas, juegos de té, ánforas, jarrones, potería de farmacia; chimeneas, fuentes artísticas, bancos para jardines; decorado en cerámica para salones, patios, capillas, escaleras, escudos heráldicos, todo ello reproducción de la Cerámica de Talavera de los siglos XVI, XVII y XVIII.








Por su parte la casa Henche tenía otro catálogo con muebles y habitaciones Estilo Talavera: tapices, tapetes, caminos de mesa, mantelerías, edredones de cama, lámparas, sillerías, cojines, faroles en seda y raso, abanicos, bolsos, ornamentos de iglesia...






El elemento más original de la casa Henche son los abanicos, con palillería de nácar, se pintaba sobre seda con grecas o con escenas del Quijote.















Los tapices de Henche se exhibieron en el primer Congreso Eucarístico de Talavera de 1928. Se elaboró la bandera de la Asociación y seis tapices que se colocaron en su casa de la calle del sol.




La unión de Henche- Montemayor solo duró dos años, continuando cada uno  por separado.

La casa Henche obtiene varios premios. El primero en 1925 en la exposición de Madrid, en el Palacio de Cristal. A nivel internacional participan y  ganan algunos premios como los de Milan y Filadelfia. Las obras ganadoras fueron el famoso repostero del Duque de Alba y un tapete de mesa con cuatro escudos de España, Madrid, Toledo y Talavera.

En septiembre de 1936, el día antes de que entraran los nacionales en Talavera, el doctor Henche y su familia abandonan la ciudad con destino Madrid. Una vez allí Julian Besteiro le nombró Comandante director del Hospital de Godella (Valencia).

Finalizada la Guerra, regresa a Madrid. Una paraplejia le deja en cama dedicando el tiempo a escribir y recibir a amigos. Muere en agosto de 1951.

En abril de 2011 se reconoce la figura del doctor Henche en Talavera y el  Ayuntamiento acuerda dar su nombre a una de las calles del polígono de La  Barrosa.








Francisco Andrés Henche, fue un médico muy apreciado en Talavera, volcándose por  atender a los más necesitados. Es tan amplia su trayectoria como médico y ceramista que recomendamos los siguientes artículos redactados tan minuciosamente por su nieto Septimio Andrés Domínguez, que él mismo nos ha facilitado para elaborar esta entrada:

- Andrés Domínguez, Septimio. El doctor Francisco Andrés Henche: mi abuelo. Alcalibe nº 5, 2005. p.469-478
- Andrés Domínguez, Septimio. El patrimonio del Doctor Henche. El 3 de septiembre de 1936.  Alcalibe nº 6, 2006. p. 145-
- Andrés Domínguez, Septimio. La cerámica Henche. Alcalibe nº 7, 2007. p. 331-338
- Andrés Domínguez, Septimio. La especialidad en seda de la Casa Henche. Alcalibe nº 8, 2008. p. 419-422
- Andrés Domínguez, Septimio. La política social del doctor Francisco Andrés Henche. Alcalibe nº 9, 2009. p. 339-362
- Andrés Domínguez, Septimio. Biografía del médico D. Francisco Andrés Henche. Chipiona, febrero 2018
  https://doctorhenche.blogspot.com/

Agradecemos la intervención de Marta Andrés Domínguez que nos puso en contacto con su familia y nos invitó a la exposición "El arte del doctor Henche. Sedas pintadas estilo Talavera"  el pasado mes de junio en el Museo Ruíz de Luna.




martes, 20 de noviembre de 2018

FAMILIAS TALAVERANAS I

FAMILIA GARCÍA-BARROSO CERRO



La familia García-Barroso Cerro delante de la fachada de la casa de la primera huerta del matrimonio formado por Benito y Anastasia. Están con sus 10 hijos, 2  de sus yernos y sus dos nietos mayores (año 1920)




   A principios del siglo XX, Talavera de la Reina era agrícola y ganadera. Muchas de las calles y viviendas que tenemos hoy eran huertas de familias, entre las que se encontraban los García-Barroso.

  Benito García-Barroso Márquez y Anastasia Cerro Gómez en 1904 comenzaron a comprar sus primeras tierras en el camino de La Cabra (hoy Polígono "La Barrosa"), Estas tierras eran de secano dedicas a olivares y viñas. Hay que tener en cuenta que en aquellos años se regaba exclusivamente con el agua que se extraía de los pozos, ya que no existía ni el Embalse de Cazalegas ni el Canal bajo del Alberche.

  Esta familia siguió comprando terrenos hasta 1930. En sus primeras tierras montaron un tejar donde fabricaban ladrillos y tejas. Más tarde, fueron construyendo casas para los 10 hijos que tuvo el matrimonio. A cada hijo  regalaron 12 fanegas de tierra para que se dedicaran a la agricultura. Además, producían  toda clase de frutas y hortalizas que vendían en Talavera y abastecían al Mercado de la Cebada de Madrid.

  Dos de los hijos, José y Benito, además de trabajar la tierra, tenían vaquerías con  vacas de leche.
José y su familia vendían la leche en un despacho situado en el  Cerillo de San Roque número 3 y servían al bar del Círculo de Labradores y a la antigua Tropical. El resto lo vendían a una empresa, que lo recogía en la misma vaquería, y posteriormente a la Cooperativa del Campo.


José García-Barroso Cerro con dos de sus hijos, José y  Manuel (23-5-1959)


 Como los terrenos de esta familia eran muy extensos había mucha caza, sobre todo conejos, liebres y perdices.


 Manuel García-Barroso Martin cazando en la finca familiar (año 1951).


   Aparte de las huertas que mencionamos, también poseían una casa en Talavera en la calle Daoiz y Velarde núm. 4, donde actualmente se encuentra el Hostal Velarde, junto a la popularmente conocida como la "casa alta" recientemente derribada.  Ahí vivía el matrimonio, ya  de mayores. Era una casa grande de planta baja, como la mayoría de las que había en la Ciudad. Esta casa también era utilizada por las nueras, que vivían en las huertas, cuando tenían que dar a luz a sus hijos y necesitaban ser atendidas por  la comadrona o el médico.

martes, 22 de mayo de 2018

CERAMISTAS Y ALFAREROS I


En una ciudad como Talavera de la Reina, donde la cerámica es nuestra seña de identidad, no podemos dejar de hablar de algunos ceramistas y alfareros que ejercieron su arte en nuestra ciudad.

A lo largo de los años han sido varias las familias que durante  generaciones se dedicaron al oficio del barro.

 FAMILIA MONTEMAYOR

 El primero del que tenemos noticias es Mateo Montemayor en el último tercio del siglo XVIII. Estaba casado con Francisca Moreno que, al quedar viuda, continúa al frente del alfar de su marido situado en la Cañada del Alfares.

Julián Montemayor Carreño, bisnieto de Mateo, es el más conocido de esta familia. Nació en 1871 y comienza trabajando con su padre, pasando luego por la Menora, el  alfar del Carmen y Nuestra Señora del Prado, de Ruiz de Luna y Guijo.

En 1912 le toca la lotería y se establece por su cuenta en el antiguo convento de los Franciscanos Descalzos (junto a la iglesia de Santiago), donde construyó dos hornos, un taller de barro y otro de pintura. Su obra principal es la fachada de azulejería que construyó para el número 11 de la calle Trinidad. El original se encuentra  en la actualidad en el Museo Ruiz de Luna.









Fachada original del edificio de la calle Trinidad, conservada en el Museo Ruiz de Luna.
Fotografías tomadas en el homenaje a la familia Montemayor (18 - 5 - 2011)

En 1925 Julián Montemayor se une a Francisco Andrés Henche con quien crea la sociedad Henche-Montemayor, ganando en agosto de ese año el primer premio de la Exposición de Cerámica Toledana. En 1936 Henche se traslada  a Madrid y en 1941  Julián vende el alfar a Eladio Sánchez Sosa pasando a denominarse La Purísima.

Los padres de Julián Montemayor Carreño compraron una casa en el número 7 de la calle Trinidad, donde pusieron una alfarería de barro ordinario, que pasó a ser propiedad de su hijo  Francisco. Este casó con Engracia Espinosa, prima hermana de Francisco Arroyo Santamaría, yerno de Ruiz de Luna. De este matrimonio nacieron tres hijos: Josefa, Mateo (que falleció a temprana edad) y Francisco.

En 1930 Francisco Montemayor Carreño funda un alfar de loza fina y cerámica. Destaca como pintor su hijo Francisco Montemayor Espinosa, que se hace cargo del alfar a la muerte de su padre en 1939 y estuvo en funcionamiento hasta 1950.

Placa de la calle que la ciudad de Talavera dedica a su ceramista Fracisco Montemayor Carreño,
 situada en la zona de Las Moreras.


Después hizo un pequeño horno en la calle Antonio Torres donde continuó la producción. Murió en 1961 a los 49 años.


Para más información:

- Ballesteros Gallardo, Ángel. Patrimonio artístico de una ciudad : Talavera de la Reina. Talavera de la Reina: Ayuntamiento, 1981.

- La cerámica española y Don Quijote : exposición :  Talavera de la Reina, septiembre 2005 - enero 2006. Toledo: Empresa Pública Don Quijote de la Mancha 2005, 2005.




FAMILIA PACIENCIA.

Esta popular familia de ceramistas y alfareros en Talavera de la Reina desde hace muchos años, comenzó  con Pedro Paciencia Rodríguez que al fallecer en 1920, quedó al frente del negocio su esposa, Adela Morante García.

Pedro Paciencia Rodríguez (1885 - 1927)

Siguieron con la tradición sus hijos José y Timoteo Paciencia Morante que separaron en dos el terreno y los consiguientes hornos y cada uno continuó con el oficio que habían realizado con su padre. 

El domicilio de la familia estaba situado en la calle Capitán Luque, aunque a los hornos se accedía por la calle Enramada (hoy forma parte de la actual Avenida de Pio XII).

Los despachos para la venta de sus "cacharros" estaban: 

El de José, en su domicilio particular de calle Salmerón, donde su esposa, Carmen Frontelo, atendía al público.

El de Timoteo, también en su domicilio particular de calle Capitán Luque. Igualmente la atención al público la llevaba a cabo su esposa, Juana de la Fuente.


Timoteo Paciencia Morante (1912 - 1984)

Junto a estos célebres maestros en su oficio, no hemos de olvidar  a José Canales Robledo, gran alfarero, profesión que adquirió en la famosa fábrica de Ruiz de Luna como jefe del taller de alfarería, y que casó con la hermana de José y Timoteo, Manuela Paciencia Morante.

"La señora Manola", como todos la conocíamos, también tenía un despacho junto a su hermano Timoteo en la calle Capitán Luque, que atendía ella misma.


José Canales Robledo (1897 - 1990)

Otro gran profesional es el hijo de José Canales y "la señora Manola", Justo Canales Paciencia (hoy día jubilado)  que trabajó con sus tios desde muy pequeño. 

Justo Canales Paciencia (1930 -    )


En la actualidad han sido dos los que han seguido la tradición familiar: Alberto Arias Paciencia y Justo Canales Bartolomé, nieto y bisnieto, respectivamente, de Pedro Paciencia Rodríguez.


Para ampliar información sobre esta saga familiar:








martes, 6 de marzo de 2018

POLICIA LOCAL



Hoy  dedicamos esta entrada a la Policía Local de Talavera de la Reina, cuyos  inicios se remontan al siglo XIX cuando  en  1837 se crea un nuevo cuerpo de seguridad con la denominación de "Celadores".

Vicente Díaz Hernández, guardia municipal, portando la pistola con cordón para evitar pérdidas y sable en su costado izquierdo. Nació en la cercana población de Portezuelo (Cáceres) pero vivió y pasó los últimos años de su vida en unas casas bajas de la Calle Templarios de Talavera de la Reina.. 


Cédula  personal de Vicente Díaz Hernández. (Año 1940)


A comienzos del siglo pasado se  utilizan los términos de agentes municipales, policía urbana, guarda urbano o agentes de policía. 

En 1904 la Corporación Municipal acordó la creación  de las plazas de Vigilantes de Policía.

En 1910, se crea el primer Reglamento de la Guardia Municipal.

En 1919, en el periódico local se da por inaugurada la nueva "Prevención" llamada "Inspección de Vigilancia y Clínica de Urgencias".

Los primeros nombramientos de los que se tiene noticia, en los que se les denomina Guardias Municipales datan del 1924. A  principios de este  año, la plantilla estaba formada por ocho Guardias Municipales, siete Serenos y seis Guardas. 

Anteriormente, además del Alguacil Mayor  y del Guarda Mayor y siguiendo la costumbre militar, fueron nombrados cabos, con el fin de hacerse cargo de cada colectivo por separado  (Guardas Municipales, Alguaciles y  Serenos). Pero en el 1924 se nombra a Luis Montero Jiménez que ejerció la jefatura de los cuerpos de vigilancia con el  cargo de Inspector Jefe, hasta 1963, si bien hay que hacer constar que hubo intervalos en este mandado, influenciados por los cambios que se produjeron en el país.

En 1938 se aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento de los Servicios del Cuerpo de Vigilancia.






José María Teixeira Leite, conocido como "El Portu"  (Portugués)
(principios años 50)

En 1960 es aprobado el Reglamento de Servicios de Policía Municipal.

En 1963 asumió las funciones de mando Emilio González Gómez que había entrado en plantilla en 1957 con el grado de Sargento.



Emilio González Gómez, (en el centro) con un grupo de compañeros (años 60)
(Fotografía dedicada a Cándido García Miguel)








En   1967 la plantilla estaba  formada por:  Emilio González Gómez,  Jefe de la Policía Municipal. Seis cabos (3 de circulación y 3 de distrito), 34 Policías municipales de distrito,  12 Policías de la Sección de Circulación y 2 Policías de la Sección Motorista.



En 1973 salieron las bases para cubrir la plaza del nuevo Jefe de Policía Municipal.

Desde 1978 a 1982 la plaza de Jefe de la Policía Municipal permaneció vacante. Durante este tiempo el mando superior lo ostentaban dos cabos: Arsenio Collado Fernández, como Cabo Jefe de Distrito y Cándido García Miguel como Cabo Jefe de Tráfico.


Cándido García Miguel


Arsenio Collado Fernández

A partir de 1981 va desapareciendo paulatinamente el Cuerpo de Serenos en Talavera.

En 1982 asume la Jefatura del Cuerpo el Sargento Jefe Cándido García Miguel.







En 1983 entra la primera promoción de mujeres en el Cuerpo de Policía Local de Talavera.

La Voz del Tajo, 20 abril de 1983


Rosa Rodríguez, una de las 6 mujeres policías de la primera promoción.

En 1986 Jesús Díaz es nombrado Jefe interino.

En 1986 la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad 2/86 de 13 de marzo, sienta las bases de la Policía Local moderna.

Desde 1988 hasta 1998 ejerce la Jefatura de Policía Local el Suboficial Jefe Angel González Peña.

En 1991 se dan opciones para que los Guardas Municipales del Parque del Prado se integren mediante un curso de reciclaje y pasen a formar parte del Cuerpo de Policía Local.

Telesforo Jiménez  Guarda del Prado


Telesforo Jiménez como Policía Local


En 1998 se cubre la plaza de Oficial Jefe (ahora denominada Intendente) por parte de Francisco Quevedo Cerezo.



En 2002 la Ley 8/2002 de 23 de mayo de Coordinación de  Policías Locales de Castilla-La Mancha, pone las bases de las Policías de ésta Región.

En 2006 el Decreto 110/2006 de 17 de octubre, aprueba el Reglamento de la Ley de Coordinación de Policías Locales de Castilla-La Mancha.

Actualmente cuenta con 106 policías:
- 1 Intendente.
- 1 Inspector.
- 5 Subinspectores.
- 11 Oficiales.
- 88 Policías.

 Además,  se ha creado el cuerpo de Agente de Movilidad compuesto por 12 agentes.

Las funciones de la Policía Local se centran en el municipio y algunas son las siguientes:
- Custodia de autoridades y edificios.
- Ordenar y dirigir el tráfico.
- Participar en las funciones de policía judicial, cuando lo requiera el juzgado.
- Prestación de auxilio en caso de accidente, catástrofe o calamidad pública.
- Policía administrativa para el cumplimiento de las ordenanzas municipales  (horario de cierre, control de ruidos...).
- Cooperación en conflictos vecinales.

Otra de sus funciones es gestionar el depósito de objetos perdidos. La responsable de este departamento, Rosa Rodríguez, nos cuenta que en el año 2017 se realizaron 173 actuaciones, devolviendo a sus propietarios documentos de identidad, carteras, teléfonos y dinero en efectivo. Si en el plazo de dos años no aparecen los dueños, estos objetos pueden ser reclamados por las personas que lo encontraron.
Como anécdota, nos comenta, que uno de los objetos mas valioso encontrado y entregado a su dueño, fue un maletín de un viajante de joyería.


Cándido García Miguel


Recientemente nos entrevistamos en la Biblioteca José Hierro con las hijas del Sargento Cándido  García Miguel, quienes nos hicieron entrega de fotografías pertenecientes a su padre y, a la vez que comentaron la popularidad y el buen carácter del mismo, nos contaron algunas anécdotas.

En una  ocasión,  se había producido el robo de un camión y estaban alertados de la dirección que habían tomado. Cuando Cándido vio pasar el vehículo por el lugar donde él se encontraba, no se le ocurrió otra cosa que agarrarse a la trasera del camión y, cuando este paró, tuvo la ocasión de detener  al ladrón. Por esta acción le hicieron un pequeño reconocimiento.


Cándido García Miguel


En otra ocasión, Cándido encontró  a un niño de 4 o 5 años, hijo de unos feriantes que,  al recoger para marcharse, como  tenían varios hijos, no se dieron cuenta que faltaba uno hasta que pararon en otro lugar.
Pasaron dos días desde que comenzaron a buscarle, porque ignoraban donde podrían haberle dejado.
Mientras tanto el niño que había sido recogido por Cándido, le cogió tanto cariño que no quiso irse con las monjas del Hospital y se quedó con la familia del Sargento hasta que aparecieron sus padres reclamándole.














Traje de gala de la Policía Local


Algunos cinturones de los diferentes uniformes de la Policía Local.





A continuación reflejamos algunos de los objetos utilizados por la Policía Local.


































Dos de las motos utilizadas por la Policía Local expuestas en las dependencias de la Plaza del Pan.










Damos las gracias a la Policía Local por el recibimiento y la información que nos facilitaron, especialmente al Intendente, Francisco Quevedo Cerezo, al Inspector, Angel Gonzalez Peña y a la Policía Rosa Rodríguez, que tan amablemente nos atendieron.