En esta nueva entrada homenajeamos a las modistas de Talavera que ejercieron su profesión confeccionando prendas femeninas. Algunas de ellas fueron María Muñoz Díaz y Francisca Garrido Gómez.
MARIA MUÑOZ DÍAZ
Nació en Talavera de la Reina el 12 de Enero de 1910 y falleció el 29 de Mayo de 1969.
Hija de Flora y Arturo el zapatero, que artesanalmente realizaba zapatos y botas a medida. Sus hermanos, ya fallecidos, eran Marcario, Elisa, Carmen, Arturo y Vicenta.
María Muñoz Díaz |
Conocieron en el siglo XX la década muy dura de los años 20, seguida de la Guerra Civil española.
Desde muy jovencita María se dedicó al
oficio de modista y con 12 años empezó a trabajar. Su primera tarea fue,
después de unas Navidades, restaurar y repasar las mantillas que las mujeres
talaveranas lucían con elegancia en Semana Santa. Poco a poco, y de manera
autodidacta, hacía ropa a sus hermanas y conocidas, teniendo como referencia
a su tía-abuela Sebastiana, que cosía
exclusivamente ropa para sacerdotes, ya que en Talavera estaba entonces el Seminario.
Al inicio de los años 40 se establece en
la Plaza de Santa Leocadia con un pequeño taller de costura y contrata a 3
mujeres, más la ayuda de sus
hermanas Carmen y Vicenta. Confecciona todo tipo de ropa para mujer y niñas, ya que
no había tiendas de confección textil y proliferaban en Talavera los talleres
de modistas y sastres a medida, empezando a tener un nombre en la Ciudad.
Poco a poco su buen hacer va incrementando
su fama y traslada el taller a la Portiña del Salvador núm. 11, donde forma una
plantilla de 25 mujeres. Muchas de ellas entraban de aprendizas y terminaban
siendo oficialas. Realizaban el trabajo sentadas todas en sillas de espadaña
con sus delantales de costura blancos y acericos para agujas y alfileres.
Algunos nombres de aquellas mujeres que
formaron parte del taller son: María G.,
Concha S., Mary E., Isabel Ra., Isabel Re., Josefina Ch., Felisa L., Elisa M. (sobrina), Adita V., Mary P., Guillermina, Angelita,
Orosia, Mercedes, Araceli, Modesta, Nasti B., Carmen B., Olvido, Ramona, Pili y
Carmen. Algunas ya fallecidas.
Junto al taller había una estancia llamada
“probador”, donde recibía a las clientas para iniciar los encargos o probar las
prendas que ya estaban para "la prueba" como trajes de comunión, de novia, de
madrina, vestidos de fiesta para el fin de año, para Semana Santa, abrigos para
estrenar el día de los Santos, vestidos de damas de honor, que se estrenaron
especialmente para los juegos florales en la coronación de la Virgen del Prado,
trajes de postulantes, para quien ingresaba en un convento.
Tenía una amplia y selecta clientela en
Talavera y comarca.
Para todo ello, adquiría en Madrid y
Barcelona las últimas revistas de moda, los llamados “figurines”, así como
muestrarios de telas y botones que traían los viajantes de las mejores
marcas de prestigio.
El mes de diciembre era una intensa
actividad en el taller, donde se multiplicaban los encargos para Navidades y
Fin de Año, pero el día 13 se celebraba especialmente Santa Lucía, asistiendo a
misa y después convite en el taller con pastas y vino dulce. Las Navidades se cerraban el 12 de Enero con
el cumpleaños de “la Maestra”, merienda para todas las chicas y algún novio que esperaba en la puerta.
A las niñas de la casa nos mandaba entregar vestidos con una caja enorme de madera y en
el taller a quitar hilos y recoger alfileres con un imán.
El último taller lo tuvo instalado en el num. 4 de la Calle Luis Jiménez. Su mesa de
trabajo presidía la habitación y desde allí controlaba todo lo que se realizaba.
Sus manos, con esencial primor, convertían cualquier prenda en un modelo exclusivo.
Falleció un 29 de mayo y nos dejó un
ejemplo emprendedor, de superación y hacer siempre bien el trabajo.
(Firmado: María del Carmen Lara Muñoz, María Francisca Lara Muñoz (Sobrinas-nietas de María Muñoz Díaz)
FRANCISCA GARRIDO GÓMEZ
Popularmente conocida
como Paca Garrido, la modista, mantuvo su taller, durante muchos años, en la
calle Postiguillo número 6. Y si bien el local estaba situado en una modesta
vivienda del casco antiguo de Talavera, su categoría profesional resaltaba por encima de todo.
Comenzó
en esta profesión desde muy jovencita. En época de guerra, ya confeccionaba
capotes para los militares.
Tenía
una clientela muy variada, tanto de Talavera como de la comarca.
A
su cargo solía tener de 14 a 15 oficialas y 2 ó 3 aprendizas, que empezaban de jovencitas y se retiraban para casarse. Algunas se
establecieron por su cuenta, bien cosiendo para el público o creando su propio taller de Corte y Confección.
Cuando
comenzó su actividad en nuestra Ciudad la
tienda “MARY”, Paca Garrido era la que
se encargaba de confeccionar en su taller los trajes para los escaparates.
Nos
comenta una de sus oficialas que “su maestra”, como la llamaban, solía encargar
las telas a Barcelona, cuando alguna clienta no venía provista de las suyas propias. Sorprendiendo
siempre su estilo en elegir lo que le
convenía a la persona en ese momento. Era una visionaria en su profesión. Una
innovadora de la moda.
En
ocasiones, cuando se lo pedían, se desplazaba acompañada de una de sus
oficialas al domicilio de la
clienta a probarle la prenda confeccionada. Normalmente, en estas
ocasiones, eran trajes de época que lucirían en sus fiestas
particulares.
Para
festejar la fiesta de su Patrona, Santa Lucía, el 13 de diciembre de todos los
años, las chicas se encargaban de vender entradas recorriendo los talleres de
su gremio y con el dinero que obtenían
celebraban su fiesta. Esto consistía en un baile en el salón del célebre
Coliseum, amenizado por la orquesta “Sindo”.
Algunas modistas junto a su maestra en el taller (16-07-1954) |
Paca Garrido junto a sus "chicas" |
Modistas con su maestra preparadas para asistir a la celebración de su patrona, Santa Lucía (13-12-1955) |
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