viernes, 18 de marzo de 2022

MODISTAS

            En esta nueva entrada homenajeamos a  las modistas de Talavera que ejercieron su profesión confeccionando prendas femeninas. Algunas de ellas fueron María Muñoz Díaz y Francisca Garrido Gómez.

MARIA MUÑOZ DÍAZ

Nació en Talavera de la Reina el 12 de Enero de 1910 y falleció el 29 de Mayo de 1969.

Hija de Flora y Arturo el zapatero, que artesanalmente realizaba zapatos y botas a medida. Sus hermanos, ya fallecidos, eran Marcario, Elisa, Carmen, Arturo y Vicenta.

María Muñoz Díaz

Conocieron en el siglo XX la década muy dura de los años 20, seguida de la Guerra Civil española.

Desde muy jovencita María se dedicó al oficio de modista y con 12 años empezó a trabajar. Su primera tarea fue, después de unas Navidades, restaurar y repasar las mantillas que las mujeres talaveranas lucían con elegancia en Semana Santa. Poco a poco, y de manera autodidacta, hacía ropa a sus hermanas y conocidas, teniendo como referencia a su tía-abuela Sebastiana, que cosía exclusivamente ropa para sacerdotes, ya que en Talavera estaba entonces el Seminario.

Al inicio de los años 40 se establece en la Plaza de Santa Leocadia con un pequeño taller de costura y contrata a 3 mujeres, más la ayuda de sus  hermanas  Carmen y Vicenta. Confecciona  todo tipo de ropa para mujer y niñas, ya que no había tiendas de confección textil y proliferaban en Talavera los talleres de modistas y sastres a medida, empezando a tener un nombre en la Ciudad.

Poco a poco su buen hacer va incrementando su fama y traslada el taller a la Portiña del Salvador núm. 11, donde forma una plantilla de 25 mujeres. Muchas de ellas entraban de aprendizas y terminaban siendo oficialas. Realizaban el trabajo sentadas todas en sillas de espadaña con sus delantales de costura blancos y acericos para agujas y alfileres.

Algunos nombres de aquellas mujeres que formaron parte del taller son:  María G., Concha S.,  Mary E., Isabel Ra., Isabel Re., Josefina Ch., Felisa L., Elisa M. (sobrina), Adita V., Mary P., Guillermina, Angelita, Orosia, Mercedes, Araceli, Modesta, Nasti B., Carmen B., Olvido, Ramona, Pili y Carmen.  Algunas ya fallecidas.

Junto al taller había una estancia llamada “probador”, donde recibía a las clientas para iniciar los encargos o probar las prendas que ya estaban para "la prueba" como trajes de comunión, de novia, de madrina, vestidos de fiesta para el fin de año, para Semana Santa, abrigos para estrenar el día de los Santos, vestidos de damas de honor, que se estrenaron especialmente para los juegos florales en la coronación de la Virgen del Prado, trajes de postulantes, para quien ingresaba en un convento.

Tenía una amplia y selecta clientela en Talavera y comarca.

Para todo ello, adquiría en Madrid y Barcelona las últimas revistas de moda, los llamados “figurines”, así como muestrarios de telas y botones que traían los viajantes de las mejores marcas  de prestigio.

El mes de diciembre era una intensa actividad en el taller, donde se multiplicaban los encargos para Navidades y Fin de Año, pero el día 13 se celebraba especialmente Santa Lucía, asistiendo a misa y después convite en el taller con pastas y vino dulce.  Las Navidades se cerraban el 12 de Enero con el cumpleaños de “la Maestra”, merienda para todas las chicas  y algún novio que esperaba en la puerta.

A las niñas de la casa nos mandaba entregar  vestidos con una caja enorme de madera y en el taller a quitar hilos y recoger alfileres con un imán.

El último taller lo tuvo instalado en el  num. 4 de la Calle Luis Jiménez. Su mesa de trabajo presidía la habitación y desde allí controlaba todo lo que se realizaba. Sus manos, con esencial primor, convertían cualquier prenda en un modelo exclusivo.

Falleció un 29 de mayo y nos dejó un ejemplo emprendedor, de superación y hacer siempre bien el trabajo.

 (Firmado: María del Carmen Lara Muñoz, María Francisca Lara Muñoz (Sobrinas-nietas de María Muñoz Díaz)


FRANCISCA GARRIDO GÓMEZ

Popularmente conocida como Paca Garrido, la modista, mantuvo su taller, durante muchos años, en la calle Postiguillo número 6. Y si bien el local estaba situado en una modesta vivienda del casco antiguo de Talavera, su categoría  profesional resaltaba por encima de todo.

Comenzó en esta profesión desde muy jovencita. En época de guerra, ya confeccionaba capotes para los militares.

Tenía una clientela muy variada, tanto de Talavera como de la comarca.

A su cargo solía tener  de 14 a 15 oficialas y 2 ó 3 aprendizas, que empezaban de jovencitas y se retiraban para casarse. Algunas se establecieron por su cuenta, bien cosiendo para el público o creando su propio taller de Corte y Confección.

Cuando comenzó su actividad  en  nuestra Ciudad  la tienda “MARY”,  Paca Garrido era la que se encargaba de confeccionar en su taller los trajes para los escaparates.

Nos comenta una de sus oficialas que “su maestra”, como la llamaban, solía encargar las telas a Barcelona, cuando alguna clienta  no venía provista de las suyas propias. Sorprendiendo siempre  su estilo en elegir lo que le convenía a la persona en ese momento. Era una visionaria en su profesión. Una innovadora de la moda.

En ocasiones, cuando se lo pedían, se desplazaba acompañada de una de sus oficialas  al domicilio  de la  clienta a probarle la prenda confeccionada. Normalmente, en estas ocasiones,  eran  trajes de época que lucirían en sus fiestas particulares.

Para festejar la fiesta de su Patrona, Santa Lucía, el 13 de diciembre de todos los años, las chicas se encargaban de vender entradas recorriendo los talleres de su gremio  y con el dinero que obtenían celebraban su fiesta. Esto consistía en un baile en el salón del célebre Coliseum,  amenizado por la orquesta  “Sindo”.


Algunas modistas junto a su maestra en el taller (16-07-1954)


Paca Garrido junto a sus "chicas"

Modistas con su maestra preparadas para asistir a la celebración de su patrona, Santa Lucía (13-12-1955)


viernes, 4 de marzo de 2022

SASTRES

    Dedicamos esta entrada a los sastres de Talavera de la Reina. Generalmente, el primer traje  que se compraban los hombres era para el día en el que entraban en quinta, cuando los tallaban para el servicio militar. Como antiguamente la confección de ropa en serie, prácticamente no existía, se recurría a los sastres a medida. En Talavera había un gran número de ellos. 

    A continuación nombramos algunos profesionales de este oficio junto a la dirección donde tenían sus talleres:  

  • Recuero
  • Castro, en calle Mesones
  • Lorenzo Araújo Ruíz, en calle Mesones 17
  • Luftolde Alonso, en Paseo de la Estación 44
  • Ángel Ortega, en Plaza del Reloj
  • Manuel Reina, en calle Ramón y Cajal
  • Anatolio, en calle San Francisco
  • Bonifacio (Boni), en calle Barrio Nuevo
  • Carmelo Montealegre, en calle Vicaría
  • Julián Carrillo, en Corredera del Cristo
  • Figueroa, en Corredera del Cristo
  • Juan, en plaza de la Cruz Verde
  • Enrique Val (Quique), en calle Daoíz y Velarde
  • Emiliano, en calle Cerería
  • Blanco
  • Cayetano, calle Cerería
  • Daniel, en calle Mejorada
  • Gregorio Cerro, en avenida de Pío XII
  • Gerardo Pajarero Jiménez, en calle Capitán Luque 2
  • Alberto Escolar Navarro, en calle del Sol, 1


LORENZO ARAÚJO RUÍZ

    Tenía la sastrería en la calle Mesones, número 17. Comenzó a aprender el oficio en la sastrería de Castro, que vivía frente a su casa. Marchó a Madrid para perfeccionar el oficio y regresó a Talavera en los años 50. Mantuvo el taller en la misma dirección hasta los años 70.


GREGORIO CERRO, conocido como "El cachimba"

    Comenzó de aprendiz con Carmelo Montealegre en la calle Vicaría. Más tarde, y una vez cumplido el Servicio Militar, se estableció por su cuenta en la Avenida de Pío XII, donde confeccionaba prendas de caballero a medida, trajes, pantalones... Incluso se desplazaba a los pueblos en su moto en las  fechas en las que entraban en quinta los mozos para tomarles  medidas. Posteriormente tuvo diversos talleres de confección en serie de prendas de señora.

Gregorio Cerro enseñando a su aprendiz, Carlos Gómez (años 50)


Gregorio Cerro y su aprendiz, Carlos Gómez, junto a varias oficialas (años 50)


Gregorio Cerro mostrando diseños a su aprendiz (años 50)


Gregorio Cerro en su mesa de trabajo (años 50)


Gregorio Cerro en su moto,  acompañado de su señora, cuando se desplazaba a tomar medidas a sus clientes en los distintos pueblos. 


Taller de confección de Gregorio Cerro (años 70)









DANIEL

    Empezó el oficio de aprendiz con Carmelo Montealegre en la calle Vicaría hasta que se fue a la "mili". Cuando regresó del servicio militar se estableció por su cuenta en la calle Mejorada. En los años 60 se trasladó a la calle Matadero (Puertas falsas). Los tejidos solía adquirirlos en "El Paraíso", en la calle San Francisco, y en "Canora", en Banderas de Castilla. Cambió su oficio a la confección de prendas en serie, tanto de señora como de caballero, siendo partícipe de un taller en el polígono Buenavista, en Pepino. En esta fábrica confeccionaban prendas encargadas por el Corte Inglés para firmas como Emilio Tucci y Caramelo. Llegó a tener a más de 150 trabajadores hasta su cierre, en el año 2000, debido a la crisis en el sector.


Daniel con sus compañeras en el taller


Fábrica de confección de Daniel


Prendas confeccionadas en la fábrica de Daniel


GERARDO PAJARERO JIMÉNEZ

    Sastre de profesión, comenzó en este oficio cuando contaba con muy pocos años de edad. Fue con Luftolde Alonso, en el Paseo de la Estación número 44, con quien trabajó hasta los 21 años, cuando se incorporó al Servicio Militar. Ya licenciado, se estableció por su cuenta, primero en la calle Bancaleros, después en la calle Marqués de Mirasol y por último, en la calle Capitán Luque número 2, donde permaneció hasta su jubilación. En estos locales tenía a su cargo de 6 a 7 personas, entre oficiales y aprendices. 

   Según nos comenta Gerardo, en su negocio tuvo una clientela muy numerosa que solicitaba sus servicios.

    Además de trajes de caballero a medida, también confeccionaban trajes de chaqueta de señoras, en incluso faldas.

    Por algún tiempo, también confeccionó trajes de bomberos para el Parque de nuestra Ciudad. 

    Gerardo nos cuenta que, en su profesión, había que tener especial cuidado a la hora de planchar, sobre todo con las planchas eléctricas, ya que no disponían de termostato como las actuales, y había que desenchufarlas cuando se calentaban demasiado para evitar que se quemaran los tejidos.

   

Gerardo Pajarero con sus compañeros

Gerardo Pajarero trabajando en su taller

Patrones realizados por Gerardo Pajarero:













ALBERTO ESCOLAR NAVARRO

    En la actualidad, que nos conste, es el único profesional en Talavera que se dedica a la confección tradicional de trajes a medida. 

    El joven Alberto Escolar, con casi 10 años de trayectoria, regenta la sastrería "Del Barquito", situada en la calle del Sol. En su local, el cliente elige el tejido a su gusto de entre los diversos muestrarios de los que dispone y él mismo se encarga de tomar medidas para enviarlo después  a los talleres, donde proceden al corte y confección. Una vez cortadas y  preparadas las prendas, vuelven a la tienda y Alberto realiza las pruebas al cliente.

    Además de confeccionar trajes de forma artesanal también lo realizan a la manera industrial, con patrones estándar. Los tejidos los importan desde Inglaterra e Italia.


Fachada de la sastrería "Del Barquito"

Sala probador de la sastrería

Alberto Escolar tomando medidas a un cliente





Alberto Escolar probando una americana





Expositor con muestrarios


Muestrario de tejidos